La vorágine de fin de año

Sunday, January 09, 2005

Marcóticos y la fotografía

Marcos ha cambiado el diseño de su página, que ahora se inicia por el weblog. Es un diseño sencillo pero muy bonito en blanco y negro. Como sucede siempre que se empieza algo, empezamos haciendo cosas muy enrevesadas para luego ir derivando hacia lo más simple. A mí me pasó con mi página y, tras muchos experimentos, he ido cayendo en lo sencillo. Pero tampoco hay que pasarse, creo, porque a veces las páginas web se parecen demasiado unas a otras y también está bien distinguirlas de alguna manera (últimamente el estiilo Movable Type se está convirtiendo en universal). A mí mismo me gusta cambiar mi propia página a menudo, aunque ahora llevo más de dos meses con la misma. Cuando vuelva a Madrid la cambiaré siguiendo una idea de Leafar_001 (espero haber escrito bien su nombre!, a ver s así se renueva el último comentario recibido en mi página).
En su nueva página, Marcos ha tenido una fantástica idea, que es poner símbolos mayas. Pero no la ha completado, porque lo lógico, tal vez, hubiera sido que pusiera cada día el glifo del día. No he descifrado todavía sus símbolos aunque uno de ellos me parece que es Muwal. Me voy aprovechar de la idea de Marcos en un próximo weblog, donde pondré cada día el glifo correspondiente. Ya lo hice en un diario personal durante un tiempo, con la descabellada idea de que así me los aprendería. Para que Marcos no se adelante a mi plagio, lo anuncio aquí ya, jeje.
Marcos habla de muchas cosas interesantes, como Kapucisky, Londres o el nacionalismo y también se alegra de lo fácil y barato que es hacer fotos gracias a las cámaras digitales. Hay quien dice que esa facilidad hace que hagamos fotos más descuidadas. Tal vez (yo desde luego soy una nulidad como fotógrafo) pero no tiene por qué ser así. Los grandes fotógrafos también hacían muchas fotos antes de los sistemas digitales y después escogían las mejores, que son las que nosotros conocemos. Y de vez en cuando, uno puede hacer una foto estupenda.
Lo interesante de la cantidad impresionante de fotos que se hacen hoy en día es que si en futuro el mundo fuera destruído, podría saberse cómo era casi centímetro a centímetro gracias a las fotos.
Ya lo sé, si el mundo fuera destruido, también serían destruidas las fotos. De acuerdo. Supongamos entonces que en el siglo XXVIII quieren hacer una réplica a tamaño natural de la Tierra, con todas sus ciudades, calles y personas. No sería difícil, aunque seguramente quedarían algunos huecos, que serían fascinantes: habría que llenar esas zonas sin imagen y completar el mapa.


Antes de entrar a un after

El otro día estaba, aquí en Barcelona, a las puertas de un after a las seis menos cuarto de la mañana. Aunque me habían dado unas invitaciones en el City Hall, resultó que el sitio estaba cerrado. Estaba a punto de irme cuando apareció una chica que se plantó delante de la reja. Le pregunté y me dijo que iban a abrir enseguida. Le ofrecí mi otro flyer para que entrara gratis, pero ella me dijo que trabajaba allí. Se quitó los cascos y hablamos mientras esperábamos. Era polaca. Me dijo que aquello era horrible y que no entendía a la gente que iba a los after (yo era uno de ellos en ese momento), que todos los días acababa saliendo alguien sangrando por la nariz. Le pregunté si por peleas o por la coca. "Por la coca", me dijo. También me dijo que estaba estudiando en la Universidad Autónoma y que los catalanes eran muy cerrados y también muy radicales, que siempre estaban hablando de lo mismo (nacionalismo) y de que eran comunistas y ni siquiera sabían lo que eso era. Que eran hijos de papá jugando a la revolución.

Friday, December 31, 2004

FELIZ AÑO 2005!!!

Thursday, December 30, 2004

SUSAN SONTAG

Susan Sontag es uno de los pensadores que más he admirado y por los que tengo más respeto. Era una de las pocas personas de izquierdas que realmente era de izquierdas, en todo momento y en toda situación. Cometió errores como cualquier persona que piense por sí misma y haga público su pensamiento, porque no siempre disponemos de la mejor información y porque es normal que a menudo nos equivoquemos, pero siempre rectificó cuando nuevos datos ponían en cuestión sus opiniones.
En lo político creía que los intelectuales tenían derecho a opinar en cuestiones políticas, pero que, una vez que lo hacen, también están sometidos a la misma crítica a la que se puede someter a un político, puesto que esa intervención tiene también consecuencias políticas e implica una responsabilidad.
No siempre coincido con ella, cosa razonable sobre todo en cuestiones de gusto, aunque el acuerdo en cuestiones políticas es casi total, con los matices necesarios en toda discusión intelectual, pues, como ella misma decía:
"La misión principal de un escritor no es tener opiniones, sino decir la verdad...y negarse a ser cómplice de mentiras e informaciones inexactas. La literatura es la casa del matiz y de la oposición a las voces de la simplificación. La misión del escritor es contribuir a que sea más difícil creerles a los saqueadores intelectuales."
Cuando hace unos diez años pasé una enfermedad bastante larga y fatigosa, lo que más me ayudó fue leer su libro La enfermedad y sus metáforas. Sontag escribió ese libro porque a los 43 años le diagnosticaron un cáncer y le dieron cinco meses de vida. Sin embargo, ha logrado vivir casi 30 años más. Pero la enfermedad y sus metáforas no trata de su caso particular, sino que es un ensayo fascinante, inteligente y deslumbrante acerca de la enfermedad y la manera en la que la sociedad se enfrenta a ella o la padecen los enfermos.
Una de las cosas más importantes del libro es la denuncia de una actitud que parece convertir al paciente no en víctima de la enfermedad sino en casi culpable, como si él fuese el responsable de lo que se le ha caído encima. El estilo de Sontag es ameno, penetrante y erudito. Posee siempre una erudición asombrosa, siempre bien utilizada, no para mostrar cuánto sabe, sino empleada para iluminar una cuestión o añadir un matiz que viene a cuento. Es una de las maneras de escribir un ensayo que más me gusta, que puede compararse a la de Montaigne o la de Plutarco: sencillez y erudición. Es un estilo en el que he intentado escribir algunas cosas.
Sontag fue siempre muy crítica con la política del Estado de Israel, pero cuando recibió el Premio Jerusalén no lo rechazó como le pedían algunos, sino que aprovechó para criticar la política de ocupación israelí al recoger el premio.
Este era uno de sus rasgos más característicos: no solía decir lo que muchos deseaban que dijera.También sorprendió cuando criticó publicamente a García Márquez: "Gabriel García Márquez sabe mucho, pero no es honesto cuando habla de Cuba, eso lo sabemos todos".
Se refería Sontag a la reciente confesión de García Márquez en privado de que había ayudado a salir a disidentes de Cuba:
"Es una confesión patética, debería explicar por qué no lo hace en público, cuando hasta el gran Saramago, con un comunismo ultramontano, para mí incomprensible, ha admitido que (tras las últimas represiones) para él Cuba se acabó".
En otra ocasión, en 1992, en una reunión de intelectuales norteamericanos en el Ayuntamiento de Nueva York, organizada con apoyo ruso, del movimiento Solidaridad, Sontag, sorprendio a todos al decir que en su opinión las páginas del conservador Reader´s Digest habían retratado al comunismo con más exactitud que las del Nation, una publicación de la izquierda norteamericana."
Sontag fue activista contra la guerra de Vietnam, opositora de las peores políticas de Estados Unidos y en concreto de la de Bush y la guerra de Irak, y se calificaba a sí misma irónicamente de "ciudadana del Imperio americano". Últimamente tenía muchos problemas en su país.
Además de todo, esto, creo, era una persona estupenda y su espíritu crítico no se traducía en ninguna de las máscaras habituales de muchos de los intelectuales comprometidos políticamente (ya sean de izquierdas o de derechas): comportamiento gruñón, pendenciero, soberbio, dogmático o mesiánico. Siempre razonaba y no confundía los juicios descriptivos con los juicios valorativos, sino que usaba cada uno de ellos en el momento adecuado, sin esa mezcolanza entre opinión e información que es otra característica del debate político que a mí se me hace a menudo insoportable.
Supongo que en los próximos días hablaré bastante de esta maravillosa mujer que fue Susan Sontag.

Monday, December 27, 2004

Últimas horas...

...en Cádiz
Me espera un tren que me llevará a Barcelona.
Así que he devuelto la bici que he estado usando estos días para recorrer Cádiz de punta a punta. He pasado unos días estupendos y me ha gustado mucho la ciudad. Se me ha pegado el acento, como me suele suceder siempre que viajo, y he pensado en lo absurdo que es eso de considerar que el mejor español se habla en Salamanca.
A mí me gusta ese español de Salamanca, supongo, pero también me gusta la variante andaluza que hace tantas liasones o ligaduras como el francés. Teniendo en cuenta que, si hablamos del español de España, la comunidad andaluza es la más poblada y que la segunda comunidad más poblada (Cataluña) no parece últimamente muy interesada por el español (lo que es una pena), lo lógico sería pensar que el español más español de España es la variante andaluza (a la que hay que sumar seguramente Canarias y Extremadura...) Si además tenemos en cuenta que en Hispanoamérica la variante andaluza es la más extendida también, ¿por qué no nos olvidamos de seguir considerando el español de Salamanca como el canon de la perfección? Ya desde su origen se enfrentaron las dos variantes del castellano (la andaluza y la de Toledo), pero considerar que una es superior a la otra es una estupidez: están a la misma altura, a peasrde que haya andaluces que parecen avergonzarse de su acento y españoles que creen que hablar andaluz es hablar mal español.
Por cierto, estos días he disfrutado muchísimo escuchando a todas horas el disco de Bebe, que es un buen ejemplo de ese español andaluz tan delicioso.

Sunday, December 26, 2004

DESDE CÁDIZ UN POEMA

Cádiz, 26 de diciembre de 2004
Al menos pondré una entrada en este cuaderno digital provisional que es La vorágine de fin de año, escrita en esta ciudad que tanto me gusta.

El poema es una vieja canción japonesa que cita Tanizaki en su Elogio de la sombra:

Ramajes
reunídlos y anudádlos
una choza
desatádlos
la llanura de nuevo